INTENTO AL ASPE
ENTREVISTA A RAUL SIMON, EN TIERRA DE AVENTURAS DE ARAGON RADIO (minuto 34)
El pasado sábado 23 de mayo decidimos intentar el ascenso al pico Aspe o pico de la garganta de Aisa por su ruta Sur. Se trata de un pico de los Pirineos localizado en la provincia de Huesca entre la zona de Somport y la parte alta del valle de Aisa con una altitud de 2645 m sobre el nivel del mar.
Siguiendo la carretera que sale de Aisa, subimos por la pista asfaltada hasta llegar a la valla y punto en el que deberemos dejar el coche. Desde aquí tenemos un amplio abanico de posibilidades para disfrutar de la montaña, aunque nuestro objetivo está claro.
La primera imagen que nos encontramos no es para nada esperanzadora. Las nubes procedentes de Francia no tienen pinta de querer abrirse y la velocidad con la que pasan nos da una idea de lo que nos encontraremos allí arriba.
Dejamos el refugio de Saleras a nuestra izquierda y cruzando el barranco de Igüer ascendemos sin prisa pero sin pausa. Pasamos por un abrevadero, hasta el embudo de las Llanas. Se trata de un paso fácil e intuitivo delante de la pared de piedra que a nuestros ojos se levanta. A partir de este punto nuestra suerte está a punto de cambiar.
Tratamos de evitar las zonas de acumulación de nieve ya que un mal paso y podríamos caer en alguna de las simas que abundan por la zona. El viento cada vez es mayor y eso que seguimos al resguardo del frío viento del Norte. Pronto empiezan a aparecer las primeras rocas heladas y estamos rodeados cada vez más por la nieve y las nubes. El objetivo empieza a tambalearse. Queremos llegar a la pequeña trepada que da paso a la ante cima del Aspe y ver su estado.
Como se esperaba, el panorama no invita a seguir. El viento se hace ya insoportable, las rocas están heladas y resbaladizas y la visibilidad no va más allá de unos metros. Nuestro amigo y experimentado montañero Raúl Simón nos insta a parar. La verdad que un pequeño sentimiento de decepción nos inunda, pero la montaña siempre va a estar ahí y nosotros queremos seguir disfrutando de ella.
De bajada aprovechamos para sacar unas fotos de recuerdo y maravillarnos con las caprichosas formas que el hielo hace adosado a las rocas.
Podemos decir sin miedo a equivocarnos, que fuimos los que más alto subimos ese día en nuestro intento del Aspe. Un saludo a todos, nos vemos en la próxima.
Enlace: F.A.M.
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